lunes, 14 de septiembre de 2015

El espacio creativo del músico

"Everybody needs some room..."
                                           -Dave Grohl/Foo Fighters.-


Un Chef profesional requiere un amplio espacio de trabajo, uno que le otorgue la comodidad necesaria para desenvolverse y tenga a la mano utensilios de cocina con los que debe trabajar, a fin de crear un dinamismo en el propio espacio.
Esto puede interferir directa o indirectamente el resultado final, puesto que además de influir en la rapidez de su trabajo y contar con "tal" o "cual" tiempo para dedicarle concentración a cada ingrediente, guarnición, salsa o lo que fuere que se esté cocinando simultaneamente con otras cosas, se establece un orden, el cual ofrece una ventaja que resulta muy conveniente al trabajar con aspectos tan delicados.
Puede, de esa manera, establecer un control en lo que cocina, cuenta de una mejor disposición de tiempo para supervisar todo recipiente con detenimiento, hasta incluso imponer un "horario" para revolverlas, batirlas, colar o dejar enfriar sin que se le acumulen las procesos que inició por separado.
Si la pileta de la mesada está en el lugar indicado, resultará sencillo desechar recipientes usados para que no ocupen espacio y no obstruyan el accionar del chef.
Si se pudiesen ubicar cajones con utensilios en un lugar conveniente, éste sería un sitio centrado, teniendo los cajones dispuestos de manera que no obstruya el paso, y se pueda abrir y cerrar con facilidad. Si el Chef urgentemente necesita una espumadera para sacar las pastas del hervor no perderá el tiempo.
Ser chef es una profesión de miles que pueda yo alguna vez mencionar, a la que se le pueda aplicar este ejemplo. Cuando un espacio de trabajo es bueno, suele contribuir positivamente en el resultado; tal vez no drásticamente, pero garantizo que hace la diferencia.
Así, pues, como artistas, este hecho nos incluye de igual manera.
El artista necesita un buen espacio de trabajo para poder desenvolverse totalmente, concentrarse y expresarse.
Dejar la mente en blanco y ceder la imaginación en fluidez.

¿Cuál es nuestro espacio de trabajo?
Pensarás automáticamente en una sala de ensayo, pero es cierto que puede ser una habitación de tu casa, el lugar donde tocás batería cuando no estás en un ensayo con la banda.
Sea para un uso propio o para tu banda, esto servirá de mucha ayuda para poder acondicionar un poco mejor tu espacio de trabajo.

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El espacio
Bien, en concreto, lo que pretendemos llevar a cabo es una sala o lo que más se le asemeje. Puede ser una habitación desocupada de tu casa, una estructura independiente de tu casa, como un garage o un galpón, o sin ir mas lejos en la habitación misma en la que domís.
Entonces en base a eso, podrás organizarte. Y lo primero que hay que tener en cuenta es el espacio, por lo cual se requiere una habitación vacía (si es posible, sería ideal), o en su defecto con pocos muebles y/o bien acomodados reduciendo la invasión de espacio en la sala, aparte de que inevitablemente van a interferir con el sonido en el aire..
Resuelto aquello, acomodá tu equipamiento como mejor se distribuya en base a tu objetivo (si es para uso personal o grupal) y desde allí se establecerá una base cómoda y libre, que nos permitirá mayor desenvolvimiento.
Para uso grupal, lo mejor es una disposición en la que todos o la mayoría puedan verse entre sí, en base a eso, acomodá los equipos y tu kit.


El sonido
Si bien lo básico es el espacio físico, lo central es el sonido. Allí centraremos toda la atención.
Para que una sala cobre carácter de tal, debe cumplir dos condiciones; acustización y aislamiento sonoro.

La acustización resulta primordial, se busca un control sobre el tiempo de reverberación. Con lo cual se debe moldear un poco hasta encontrar el nivel de frecuncias adecuado a la sala, teniendo en cuenta la presión sonora de la misma.
Se debe intentar no ubicar instrumento y/o equipos en paredes que tengan una pared paralela en frente, porque en ésta rebotaría sonido saturado y potente, por el contrario es más aconsejable ubicarse en las esquinas, y si son varios músicos, en forma circular.


Si la superficie en la que rebota el sonido es una superficie rígida, pues más frecuencias medias y agudas va a proyectar, siendo que el sonido va a rebotar incontrolablemente produciendo la llamada "bola de ruido".


Para modificar directamente la acustización de la sala, se pueden recubrir las superficies de alrededor con cualquier material absorbedor de sonido, y conociendo la acústica del lugar, posicionar los absorbedores en puntos estratégicos de la sala. No se recomienda abusar del uso de acustizadores, para no secar el eco natural del instrumento, y el objetivo es tratar de que no sature el sonido por la cantidad de frecuencias medias y agudas, siendo éstas las más audibles al oído humano. Y para eso, se trata de acoplar el tipo de acustización con la presión sonora de la sala, buscando un equilibrio, para la percepción de la mayor cantidad de frecuencias posibles.
De esta manera, las frecuencias medias y agudas (las que más se perciben por el oído humano) no se saturan en el aire, el instrumento suena con una mejor reberveración (lo más parecida a lo natural posible), y de paso, no ahogan a las frecuencias bajas que al oído humano le cuesta percibir.

¿Con qué acustizar?
Hay muchos acustizadores en el mercado, los más comunes son los paneles acústicos que son de goma espuma, generalmente con algún relieve (que dependiendo de su tipo, actúa de manera diferente), pero ciertamente es muy caro y se puede usar cualquier material parecido o que cumpla la misma función. Sirven colchones, cortinas y telones pesados/as, tapices, fibra de vidrio y alfombras.

 


Para el aislamiento acústico, lo primero que hay que tener en cuenta es que ningún sonido debe entrar del exterior, o salir del interior, de eso se trata.
El sonido tiene dos medios de transmisión, la transmisión aérea y la mecánica.
La transmisión aérea es cuando el sonido viaja libre por el espacio, quiere decir, por todo lugar donde haya aire. Debido a esto, lo mejor es mantener las aberturas de la habitación al mínimo, cerrada lo más herméticamente posible. Se le pueden agregar pestañas/solapas/pliegues a la puerta a modo de obstruir el ingreso y escape de sonido, también se pueden usar burletes de goma.
Cuando la onda acústica impacta contra una superficie, una parte de esa energía rebota, otra se absorbe y otra se transmite al otro lado. Por ello, deberíamos usar tanto materiales absorbentes como materiales aislantes
El objetivo del aislamiento, es que la onda no se transmita a través de ninguno de los dos sentidos.


Se puede aislar acústicamente a una sala de tres maneras diferentes; por masa, por sumatoria de capas y por disipación

Por masa
Cuando más masa tenga una superficie, más se resiste al choque de la onda sonora. Con esta lógica, se puede deducir que paredes de mayor grosor son mejores aislantes que las más delgadas. 

Por sumatoria de capas
Cada material tiene una frecuencia de resonancia que depende de su densidad y de su espesor. Las capas pueden vibrar por consonancia, transmitiendo el sonido. Por eso conviene usar distintos materiales, o bien el mismo material, pero de distinto espesor. En el caso de los vidrios conviene usar tres vidrios de distinto espesor, con ángulos de inclinación diferentes.

Por disipación
Se pone un material absorbente entre dos placas más rígidas (por ejemplo lana de vidrio entre dos placas de yeso)


Conclusión
Bien, todos sabemos que hacer una sala de ensayo requiere de una inversión como para que al menos tome carácter de tal, pero sabiendo estas cosas y conociendo algunos materiales útiles se puede llevar a cabo un buen lugar de trabajo sin molestar con altos sonidos que puedas ocasionar, ni que te molesten a vos los sonidos externos. Ahí está, esa es la cápsula sonora donde el músico puede trabajar tranquilo, y podés comenzar con algunos cambios en una habitación vacía, ir acustizándola de a poco, y terminar teniendo tu propia sala de ensayo.

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